jueves, 17 de setiembre de 2009

Paralax-análisix: The Beatles Rock Band



Casi al mismo tiempo que su lanzamiento en los EE.UU., la semana pasada llegó a Lima The Beatles Rock Band (PS3,X360,Wii). Y por supuesto, como buen fan de la franquicia, inmediatamente corrí a comprarlo. Y aunque todavía me faltan algunas canciones, videos y extras por desbloquear, les puedo adelantar mi análisis resumido en una sola palabra: ¡Alucinante!

Antes de darles la reseña completa del juego, les confieso, a modo de descargo, que nunca fui un gran fanático de The Beatles. De niño me encantaba el dibujo animado que pintaba a John de líder, a George de serio, a Paul de bromista y a Ringo de tarado. Y en aquel entonces, su música era lo más parecido al rock que había podido escuchar. Pero para estos tiempos muchos encuentran a la música del cuarteto de Liverpool bastante sosa, exageradamente melódica y sin ese "punche" que caracteriza al rock, y que se traduce tan bien en títulos musicales como Guitar Hero o el mismo Rock Band. ¿Cómo entonces este juego puede ser tan bueno?



El secreto, a mi parecer, está en la atmósfera. Desde la presentación, impecablemente animada por Passion Pictures, pasando por los cortos de transición entre niveles, los memorables escenarios y los personajes secundarios (el público, las fans, etc.), queda claro que esto es más que un juego musical. The Beatles Rock Band es una experiencia. El cuidadoso diseño, el respeto por la imagen de los autores y la bien planificada puesta en escena de todos estos elementos, escapan de lo convencional. Perdón, exceden a lo convencional. Va a ser muy difícil encontrar un videojuego más fino que éste.



Pero creo que más allá de lo visual, el secreto del éxito de este juego es el mismo que se ganó mi corazón y mis oídos cuando era niño: la música de The Beatles es única, eterna y divertida. No importa si la guitarra de Harrison es repetitiva y carente de solos estridentes ó si la batería de Starr no tiene "fills" como en Rock Band 1 y 2; la simplicidad de la composición musical y la popularidad de las canciones bastan y sobran. Y la sección vocal (ahora con tres micrófonos simultáneos) tiene la suficiente profundidad como para sacar todo el juego adelante por sí sola. En cierta forma TBRB me recuerda a Karaoke Revolution (PS2), por el cual no daba ni un cobre hasta que lo probé y luego me diera una lección: a todo el mundo le gusta cantar. Y hacerlo sin temor a la vergüenza es el gancho del que se agarra el karaoke tradicional. De ese mismo gancho se agarró Revolution en su momento y hoy se agarran Rock Band y este nuevo producto, coincidentemente todos salidos de la factoría Harmonix.



El juego trae 45 canciones (43 de arranque y dos desbloqueables) y la promesa de incluir toda la discografía de The Beatles a través de contenido descargable (DLC). No sé si ustedes serán o no fanáticos de The Beatles, pero para mí, el solo hecho de haber cantado "I Wanna Hold Your Hand" vale los $60 que me costó el juego. Y para los eternos fans de la banda, esta es sin duda la mejor oportunidad de introducir a sus hijos (¿y nietos?) a la música que influyó y seguirá influyendo a muchas bandas actuales. Desde aquí, e inspirado en las sabias palabras de James Rolfe, les digo: "todo el mundo debería jugar este juego". Recomendado hasta el cansancio.

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